Escuela de Oración
  • Canto: Ven Espíritu de Dios
  • Oh, alto y glorioso Dios
  • Salmo 112
  • Canto: Oh, Christe Domine Jesu
  • NOTICIA: Las lágrimas de los terroristas y de sus víctimas
  • Canto: Danos la paz
  • Evangelio: Lucas 6, 27- 36
  • Canto: El alma que anda en amor
  • Peticiones: Kyrie
  • Padre nuestro
  • Te adoramos
  • Canto: Cantate Domino
    "/> Grupo de San Francisco :: Oración Comunitaria 9/09/2004
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    Etiquetas: oración del jueves

    Oración Comunitaria 9/09/2004

  • Escuela de oración:

    Orar desde la vida 96.- Todo lo que es parte de nuestra vida puede ser ocasión de oración. Una alegría o una preocupación, un momento feliz o una desgracia, un éxito o un temor. A Dios nos dirigimos desde lo que estamos viviendo en ese momento. Y es eso precisamente lo que mejor aviva nuestra oración vocal.

    • La oración, reflejo de la vida

    Orar desde la vida significa hacer de nuestro vivir diario “materia de oración. Quien reza de manera abstracta o ajena a su vida corre el riesgo de caer en una oración mecánica o rutinaria. Quien, por el contrario, está atento a lo que vive va transformando permanentemente su oración. Todo hombre o mujer ha de orar desde su vida, tal vz llena de preocupaciones, tareas, prisas, cansancios y problemas. No es necesario esperar a que pasen esas dificultades para encontrar un momento más propicio para ponerse en presencia de Dios. La oración que no refleja nuestra vida real es una “oración muerta”

  • Canto: Ven Espíritu de Dios

  • Oh, alto y glorioso Dios

  • Salmo 112

    Siervos del Señor, alabadlo,
    alabad el nombre del Señor.
    Bendito sea el nombre del Señor
    desde ahora y por siempre;
    desde que sale el sol hasta su ocaso,
    alabado sea el nombre del Señor.
    El Señor domina sobre las naciones,
    su gloria por encima de los cielos.
    ¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
    que se sienta en lo alto,
    y se rebaja para ver
    los cielos y la tierra?
    Él levanta del polvo al indigente
    y saca al pobre del estiércol,
    para sentarlo con los príncipes,
    con los príncipes de su pueblo;
    instala a la estéril en su casa,
    madre gozosa de toda la familia.

  • Canto: Oh, Christe Domine Jesu

  • NOTICIA: Las lágrimas de los terroristas y de sus víctimas
    JOSÉ MORENODÁVILA HERNÁNDEZ/

    PARECE que en Beslán los terroristas chechenos dieron explícitamente a sus víctimas la explicación de su actuación: «Antes hemos llorado nosotros, ahora os toca a vosotros llorar». La explicación por tanta atrocidad, por haber empleado como rehenes a niños, por haberlos tenido sin comer y sin beber y, en fin, por tanta muerte y sufrimiento no es nada novedosa. Por el contrario es tan antigua como la humanidad misma. El infinito deseo de venganza por un mal, real o no, del que alguien se ha sentido víctima desata una reacción de causar un mal igual o mayor a otra persona. Otra persona, como se ha visto en esta ocasión en Beslán, y tantas y tantas otras veces, que no tiene necesariamente que estar dirigida contra el que causó el primer sufrimiento, sino contra cualquiera otra persona. Aunque en teoría esté hoy superado el ojo por ojo y el diente por diente, y, digo solo en teoría, esta reacción va más lejos. Si nos sentimos víctimas de los rusos en Chechenia, estamos en el derecho de martirizar a niños y adultos en Osetia del Norte, hasta provocar una terrible tragedia. ¿No hemos llorado?, pues ahora les toca a otros. Qué mas da que los otros no tengan responsabilidad alguna con nuestras lágrimas, que sean seres inocentes que no tienen que ver con el conflicto, que sean niños que, por lógica no tienen responsabilidad por un problema que no entienden, ni conocen.

    La cuestión es que ahora enjugo mis lágrimas, o mejor mi odio, con las de otros, aunque no tengan nada que ver. Pero realmente esa es la lógica del terrorismo y no se sustentaría sin ella. De un terrorismo que se extiende por todo el mundo como una plaga y que, por su propia lógica interna, puede desarrollarse hasta el infinito. Se supone que, en esa dinámica, debe haber algún factor capaz de romper esa espiral hacia la barbarie. Se supone que los gobiernos están para protegernos de ese odio sin límites y sin lógica humana. Pero los gobiernos los forman hombres de carne y hueso y, en general, hombres asustados por cualquier amenaza a su situación de poder y seguridad.

    Hombres que tienen que dar una explicación ante unos ciudadanos, también asustados por su inseguridad. Los llamados asesinatos selectivos en Israel u otras represalias de aquel gobierno no solo no truncan esa dinámica, sino que la favorecen.

    El deseo de EE UU de no ser controlados por un tribunal internacional en sus acciones en otros países o la detención de prisioneros de guerra fuera de su propio territorio, sin sometimiento a las leyes ni nacionales ni internacionales, ni a ningún tipo de tribunal nos ponen de manifiesto la tentación de quien tiene la autoridad en las distintas naciones de seguir procedimientos que pueden contaminarse, de hecho, de la propia dinámica en que se basa el terrorismo.

    Podemos tener la tentación, todos, de arrinconar esos conceptos de justicia y derecho, que han sido capaces a lo largo de la historia de cortocircuitar la lógica del terror y la barbarie. Ni los fundamentalismos religiosos, ni el miedo, ni la cobardía, ni la inseguridad, ni la venganza debieran conseguir un paso atrás en una acción decidida de toda la humanidad civilizada y responsable para buscar mecanismos eficientes para que la justicia y el derecho sean la norma de entendimiento en todos los conflictos. En España sabemos, desgraciadamente, de terrorismo. Y también, desgraciadamente, de que no hay que buscar atajos para luchar contra ese terrorismo.

    En momentos difíciles conviene no perder la cabeza porque, a menudo, lo que se destruye, luego es muy difícil recomponer. Sobre todo cuando ya todos tienen lágrimas que piden nuevas venganzas inacabables.
    IDEAL, Martes 7-09-04

  • Canto: Danos la paz

  • Evangelio: Lucas 6, 27- 36
    "Yo os digo a vosotros que me escucháis: Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os calumnian. Al que te abofetea en una mejilla, ofrécele también la otra; a quien te quita el manto, dale también la túnica. Da a quien te pida, y no reclames a quien te roba lo tuyo. Tratad a los hombres como queréis que ellos os traten a vosotros. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? También los pecadores aman a quienes los aman. Y si hacéis el bien a los que os lo hacen, ¿qué mérito tendréis? Los pecadores también lo hacen. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tendréis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos otro tanto. Pero vosotros amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar remuneración; así será grande vuestra recompensa y seréis hijos del altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y con los malvados.
    Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso."

  • Canto: El alma que anda en amor

  • Peticiones: Kyrie

  • Padre nuestro

  • Te adoramos

  • Canto: Cantate Domino