Oración Comunitaria 5/08/2004
Trato de amistad
90.- La oración es trato de amistad con Dios. Así la llama Santa Teresa, pues orar no es otra cosa sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama. Conocer y amar cada vez más a Dios revelado en Cristo, y acoger cada vez con más fe y fidelidad ese amor. En la oración la primacía absoluta la tiene el amor. No está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho. Recordar el amor de Dios, disfrutarlo y agradecerlo. Vivir de ese amor y responder a sus exigencias. Carlos de Foucauld lo dice de forma breve y precisa: Orar es pensar en Dios amándolo
Confia en el Señor y haz el bien, habita su tierra y practica la lealtad; sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón.
Encomienda tu camino al Señor, confía el él, y él actuará: hará tu justicia como el amanecer, tu derecho como el mediodía.
El Señor vela por los días de los buenos, y su herencia durará siempre; no se agostarán en tiempo de sequía, en tiempo de hambre se saciarán.
Apártate del mal y haz el bien, y siempre tendrás una casa; porque el Señor ama la justicia, y no abandona a sus fieles.
La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho; porque lleva en el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan.
El Señor es quien salva a los justos, él es su alcazar en el peligro; el Señor los protege y los libra, los libra de los malvados y los salva, porque se acogen a él.
y te dará lo que pida tu corazón.
Los que no saben leer ni escribir; los que comen cuando tienen, viven donde pueden y trabajan si les dejan, gritan. Alzan su voz, tantas veces silenciada, y denuncian su exclusión. Es la única manera que tienen de hacerlo, porque el azar del nacimiento los colocó en los últimos escalones de la sociedad y hasta ahí no llegan otros modos de participación social, civil, política. Pobres, desempleados, campesinos sin tierra, analfabetos, mujeres y niñas obligadas a prostituirse, niños esclavos... decidieron en 1995 romper su mutismo obligado, su invisibilidad forzada, y revelarse.
Desde ese año, el "Grito de los excluidos" es uno de los movimientos sociales de reivindicación más sólido y activo del hemisferio sur. Un movimiento de lucha por los derechos básicos de millones despojadas de salud, vivienda, educación, trabajo... Ari Alberti es el responsable nacional del " Grito" en Brasil, cuna de la iniciativa. El "Grito" nación como una campaña a finales de 1994, en el marco de los debates sobre la Segunda Semana Social Brasileña. Se discutía la situación de marginalidad de millones de personas, su capacidad de movilización, sus formas de reivindicar un cambio en la realidad. Los diálogos continuaron y, en colaboración con numerosas entidades y asociaciones se promovió en 175 ciudades brasileñas una gran manifestación, el 7 de Septiembre, con ese nombre: el "Grito de los excluidos". Con el apoyo de la Iglesia Católica, los últimos inventaron una nueva forma de manifestación, un modo nuevo de hacerse visible ante una sociedad que los dejaba aparte" explica. Una elección de fecha, evidentemente, nada casual: " El 7 de septiembre la fiesta nacional brasileña, el Día de la Independencia. Independencia, ¿de qué?, ¿de dónde? La independencia de Brasil es puramente formal, esconde una profunda e histórica sumisión al imperio financiero internacional". En el resto de los países latinos, el "Grito" se produce cada 12 de Octubre: " Millones de personas toman las calles de sus ciudades afirmando que existen y que reclaman lo que, por el simple hecho de ser personas, les pertenece: la dignidad".
Cada año, el "Grito" crece. Una señal de doble sentido: positiva por la capacidad de movilización, por el aumento de los participantes, por la creatividad y variedad en las formas de manifestación. Pero negativa por la indefectible persistencia de las denuncias, siempre las mismas.
Han pasado ya ocho años. El "Grito" hoy es algo más. Es la canalización de una rebeldía pacífica pero firme. La expresión de la resistencia ante todas las formas de exclusión social, de migración forzada, de xenofobia, de racismo. El "Grito" es la movilización, es la fuerza de la unión. Cuando los pobres estamos solos, nadie se acuerda de nosotros, pero si nos unimos, resulta que somos peligrosos". También es la propuesta de construcción de una nueva sociedad: " En lugar de una actitud estática y pasiva proponemos una participación activa y constructiva, la reflexión sobre los nuevos caminos. Luchas e iniciativas nuevas que apuntan a horizontes más largos, los de una economía justa y solidaria". Los pobres gritan.
Mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer entre el gentío levantó la voz, diciendo: Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron. Pero él repuso: Mejor, dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen"