Oración Comunitaria 27/11/2003
27/11/2003
Desde el ser hijos
27.- Orar a un Dios Padre no infantiliza. Al contrario, nos hace más responsables de nuestra vida. No rezamos a Dios para que nos resuelva nuestros problemas. Oramos y vigilamos para fortalecer nuestra carne débil y disponernos mejor a cumplir la voluntad del Padre (cfr. Mt 26, 41). No se trata de seducir a Dios y convencerlo para que cambie y cumpla nuestros deseos. Si oramos es precisamente para cambiar nosotros escuchando los deseos de Dios. No le pedimos que cambie su voluntad para hacer la nuestra. Pedimos que se haga su voluntad, que es, en definitiva, nuestro verdadero bien. Rezamos para escuchar y cumplir con más fidelidad la voluntad del Padre. Así oraba Jesús: Padre, no se haga mi voluntad, sino la tuya (Lc 22, 42).
Movido por ese espíritu de fidelidad al Padre, el discípulo de Jesús se abre al amor universal. No es posible invocar a Dios como Padre sin sentirse hermano de todos. La filiación fundamenta la fraternidad. No le reza cada uno solo a su Padre. Oramos a nuestro Padre, el Padre de todos, sin excluir a nadie. Así lo quería Jesús: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos (Mt 5, 44-45).
Bendito el santo nombre de tu gloria, loado, exaltado eternamente.
Bendito seas en el templo de tu santa gloria, cantado, enaltecido eternamente.
Bendito Tú, que sondas los abismos, que te sientas sobre querubines, loado, exaltado eternamente.
Bendito seas en el firmamento del cielo, cantado, glorificado eternamente.
Obras todas del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
Cielos, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
Aguas todas que estáis sobre los cielos, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
Potencias todas del Señor, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente.
Sol y luna, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente .
Hijos de los hombres, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente .
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Personas sin techo:
La habitación de Juan, Eva, Omar. Personas sin techo. Personas. Con este lema, Cáritas ha celebrado el domingo 23 de noviembre, por undécimo año consecutivo y en colaboración con la Federación de Asociaciones de Centros para Integración y Ayuda a Marginados, el Día de los sin techo, una jornada con la que, en esta ocasión, se quiere poner de manifiesto la precariedad en la que viven unos 20.000 sin techo que, cada noche, se ven obligados a dormir al raso porque no existen suficientes camas en los albergues o centros de acogida para estas personas.
El cálculo es bien sencillo: en España tan sólo se ofrecen actualmente alrededor de 10.000 plazas de alojamiento alternativo, mientras que, según las estimaciones del estudio promovido por Cáritas en el año 2000, en nuestro país hay unas 30.000 personas viviendo en la calle, en el sentido más literal del término.
Estas 10.000 plazas de alojamiento (en albergues y centros de acogida) que están censadas en nuestro país muestran las siguientes características: en una gran proporción, además de techo y cama, ofrecen servicios de cobertura de necesidades básicas (como comedor, ducha y ropero), y sólo unos pocos ofrecen otro tipo de servicios (talleres ocupacionales y atención psicológica); todavía hay un predominio de centros orientados hacia un tipo de población muy tradicional (varón, solitario, mediana edad); los tiempos de estancia máxima son muy limitados; existe una visible falta de intimidad (dormitorios colectivos, ausencia de armarios ); tienen escaso presupuesto (entre 14 y 18 euros por persona/día); y son muy pocos los que admiten parejas o familias.
La gestión de estos alojamientos está, de forma mayoritaria, en manos de organizaciones privadas (86%), mientras que el 2% son de gestión mixta y el otro 12% son centros públicos. En el sector privado, los centros encomendados a Cáritas suponen el 46%, a otras entidades religiosas el 21% y a Fundaciones o grupos laicos el 19%.
Derecho fundamental a la vivienda:
Ante esta realidad, el Día de los sin techo 2003 pone el acento en la importancia de la habitación (la vivienda) como necesidad de primer orden, sobre la que se sustenta uno de los derechos fundamentales reconocidos en nuestra Constitución. Como se señala en los materiales editados por Cáritas y Faciam, para difundir los objetivos de esta jornada, «la habitación supone seguridad, privacidad, identidad, arraigo, relación con el medio social más próximo, desarrollo de la ciudadanía, además de cubrir buena parte de las necesidades humanas universales».
«La falta total de habitación o la precariedad de la misma aseguran las entidades promotoras del Día de los Sin techo llevan aparejados tales problemas, que resumiríamos como una vulneración grave de la dignidad debida a todo ser humano, o que supone una vergüenza de toda sociedad que quiera llamarse a sí misma desarrollada».
Proponen que se incremente la vivienda pública directa (30.000 viviendas anuales), básicamente destinadas a alquiler con un precio razonable y con opción de compra; que se erradiquen las situaciones de chabolismo y de infravivienda, así como las bolsas de deterioro urbano; que se analicen las situaciones de los barrios deteriorados, para planificar actuaciones sobre los mismos; evitar la concentración territorial de las poblaciones excluidas, mediante la diversificación de la oferta residencial; intervenir sobre el patrimonio residencial degradado y asegurar el desarrollo de planes integrales dirigidos a las personas con menos recursos que habitan en estos barrios; asegurar viviendas de acogida y alternativas residenciales para personas en riesgo de exclusión, e intensificar la lucha contra la especulación y el fraude fiscal; con todos los mecanismos legales existentes.
En aquel tiempo, puso Jesús una comparación a sus discípulos: Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: cuando echan brotes, os basta verlos para saber que la primavera está cerca. Pues cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. Os aseguro que antes que pase esta generación, todo eso se cumplirá. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán