ISAÍAS 49, 8- 13
Así dice el Señor:
no el momento de mostrar mi bondad, y te respondí; llegó el día de la salvación, y te ayudé.
Te he formado y te he hecho alianza del pueblo para restaurar el país, para repartir las tierras arrasadas, para decir a los presos: ‘Quedáis libres’ y a los que están en tinieblas: ‘Dejaos ver.’
Junto a todos los caminos encontrarán pastos, y en cualquier monte desierto tendrán alimento para su ganado. No tendrán hambre ni sed, ni los molestará el sol ni el calor, porque yo los amo y los guío, y los llevaré a manantiales de agua. Abriré un camino a través de las montañas y haré que se allanen los senderos. Vienen todos de lejos, unos del norte y del poniente, otros de la región de Sinín. Gritad, cielos, de gozo; salta, tierra, de alegría; montes, estallad de júbilo, que el Señor consuela a su pueblo, se apiada de sus desvalidos.

NOTICIA
En una nota remitida a todas las Cáritas de la red internacional, Caritas Jerusalén condena “la violencia y el derramamiento de sangre contra víctimas inocentes, especialmente contra mujeres y niños”, al tiempo que recuerda que “todo ser humano tiene el derecho a vivir en paz y sin temor”.
Lanzan un llamamiento “a israelíes y palestinos para frenar este derramamiento inútil de sangre y esforzarse por la paz”. Recuerdan que “Gaza ya está en una situación muy dramática, provocada por un estado de sitio que dura ya 12 años y haber sufrido tres guerras en ocho años, lo que se traduce en constantes cortes de energía y agua potable, y una elevada tasa de desempleo”. “Esta guerra – añade el comunicado-- complicará aún las vidas ya de por sí miserables de sus habitantes y aumentará su sufrimiento.
Informan de que han tenido que paralizar sus actividades en la franja de Gaza, debido a la intensificación de los bombardeos y la situación de grave riesgo para las vidas del personal médico. A pesar de ello, hacen todo lo posible por seguir acompañando al pueblo de Gaza.
Desde la organización, además de recordar que “todos tenemos el deber urgente de salvar sus vidas, sobre todo civiles, mujeres y niños que están muriendo cada día”, reconoce “el derecho de Israel a vivir en paz y de los israelíes a vivir con seguridad, porque están viviendo en un miedo constante; y desde luego, opinan que dicha seguridad y tranquilidad no puede conseguirse mediante la guerra y la agresión contra personas inocentes”. El camino más corto para la paz y la seguridad para por la justicia y la resolución de este conflicto, por dar a la población palestina la libertad de vivir en su tierra y por la apertura de Gaza al mundo”, concluye el comunicado. 

NOTICIA
El Papa Francisco recibió ayer a seis víctimas de abusos sexuales por parte del clero. Les recibió uno a uno y escuchó sus historias durante más de tres horas. «Salió profundamente afectado». A su vez, las víctimas, –tres hombres y tres mujeres de Reino Unido, Irlanda y Alemania–, «estaban agradecidas y conmovidas al sentirse escuchadas con mucha atención y disponibilidad».
Las seis víctimas participaron en la celebración matutina de la Eucaristía, en la que Francisco pronunció una contundente homilía. «Ante Dios y su pueblo expreso mi dolor por los pecados y crímenes graves de abusos sexuales cometidos por el clero contra ustedes y humildemente pido perdón». Y no solo por los actos, también por el encubrimiento. Francisco entonó el mea culpa por los «pecados de omisión por parte de líderes de la Iglesia que no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso».
El Papa habló de lágrimas, sufrimiento y «cicatrices para toda la vida». Entre esos sufrimientos, incluso mencionó «la tragedia del suicidio» de algunas víctimas de estos abusos. «Las muertes de estos hijos tan amados de Dios pesan en el corazón y en la conciencia mía y de toda la Iglesia».
A la misa asistieron también los miembros de la Comisión para la Tutela de los Menores. A ellos les pidió ayuda para disponer de «mejores políticas y protocolos en la Iglesia Universal para la protección de menores». También hizo hincapié en la preparación al sacerdocio, quizá como una de las principales medidas de prevención en las que debería trabajar la comisión porque «hemos de hacer todo lo que sea posible para asegurar que tales pecados no vuelvan a ocurrir en la Iglesia», sentenció el Pontífice, quien concluyó su homilía con una doble petición; la de poder seguir con los ojos abiertos para trabajar por los menores y que Dios no permita «que ningún lobo se meta en el rebaño».