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Etiquetas: oración del jueves,oración

Oración Comunitaria 01/08/2013 (desde Marruecos)

Escuela de Oración: Consciencia.

Adonde quiera que te vuelvas, allí está el rostro de Alá (Mahoma, El Corán, 2.115)

Érase una vez un sufí que hacía la peregrinación anual a la Meca. Era para él un largo camino, y el sol estaba en su cenit. Había recorrido muchos kilómetros sin detenerse. Finalmente, a la vista de la mezquita de la Meca, seguro ya de llegar a su destino, el anciano se tumbó a descansar en el camino.

De repente, uno de los peregrinos le sacudió bruscamente para despertarlo. “Despierta –le ordenó-. Estás blasfemando. Te has tumbado de modo que tus pies apuntan hacia Dios en la mezquita sagrada. ¿Qué clase de sufí eres tú?”.  El anciano sufí abrió un ojo, sonrió levemente y dijo: “Le doy gracias, santo señor. Ahora, si es usted tan amable, oriente mis pies en alguna dirección en la que no estén apuntando hacia Dios”.

Si seguimos creyendo que la oración en la iglesia es mejor que la oración en la calle, en el autobús, en la playa o en el trabajo,  es que aún no hemos comprendido la omnipresencia de Dios, es que aún tenemos que adquirir conciencia de que Dios está con nosotros allá donde vayamos, hagamos lo que hagamos.

Jalonando el día con el ciclo de la oración en el coro, la vida monástica es una atmósfera destinada a cultivar una consciencia continua de la presencia de Dios. En otro tiempo, cuando los relojes de pared eran un elemento habitual, una simple frase dicha cuando el reloj marcaba el cambio de hora mantenía la práctica.

La oración regular y rutinaria es un puente hacia la consciencia. La oración matutina y vespertina, la oración antes y después de las comidas, la oración al inicio de un viaje, las oraciones particulares al comienzo de todas las tareas importantes…: todas ellas nos llaman a recordar qué es lo que nos sostiene en la vida.

Pero, sean cuales sean nuestros mecanismos de reconocimiento formal del lugar de Dios en nuestra vida –una cruz en la solapa, una imagen en la repisa de la chimenea, un cuadro en la pared, un rosario camino del trabajo,…-, también es verdad que la consciencia es el fundamento de la oración. De lo contrario, podemos seguir recitando oraciones habitualmente e ignorar el significado que encierran. Podemos hacer de la oración un dios, en lugar de hacer de Dios el fundamento de nuestra vida.

El secreto radica en hacernos una simple pregunta en cada momento de pausa en nuestra vida: ¿Cuál es el sentido de mi vida? Cuando lleguemos al punto en que la respuesta a esta pregunta sea siempre y en todo lugar: “Mi vida en Dios”, habremos llegado

Primera Lectura: Bienaventurados

Bienaventurados los que a nadie consideran forastero ni extranjero en este mundo

Bienaventurados los que a nadie discriminan ni por la raza ni por su credo religioso, ni por el sexo, ni por el nivel social, económico o intelectual

Bienaventurados los que potencian la apertura al otro frente a la tentación del etnocentrismo

Bienaventurados los que promueven el espíritu de comunidad frente al individualismo aislacionista

Bienaventurados los que optan por el compromiso personal frente a tantas formas de tolerancia ineficaz e hipócritas

Bienaventurados los que en un mundo insolidario colaboran para implantar: la justicia frente a la mera beneficencia, la memoria frente al olvido, la solidaridad frente al independentismo

Bienaventurados los que más allá de la rica multiplicidad de  lenguas coexistentes en el mundo, aprenden a comunicarse mediante el lenguaje universal del amor

Bienaventurados, inmensamente felices seréis, vosotros y vosotras, cuando paséis a la denuncia, a los signos proféticos y al compromiso real, y por este motivo, pongan en tela de juicio vuestro prestigio personal, corra riesgo vuestro dinero y hasta el valor absoluto de la vida, por asumir la cuota de responsabilidad que cada uno tiene en la nivelación progresiva de cuantos habitamos esta tierra.

Canto: Señor, enséñanos a orar

Noticia: La Iglesia de Tánger (Fr. Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger)

La Iglesia de Tánger es una pequeña comunidad cristiana, unos 2.500 fieles, dispersa en un territorio de algo más de 20.000 kilómetros cuadrados, un territorio grande para un pequeño rebaño.

Esa comunidad la integran familias europeas, la mayor parte de ellas españolas, que quedaron en Marruecos después de la independencia; jóvenes de otros países africanos que vienen a Marruecos para cursar alguna carrera universitaria; personal de Colegios e Institutos extranjeros –españoles, franceses, estadounidenses-; personal de empresas extranjeras, legaciones diplomáticas, ¡reclusos! Si en la cárcel de Tánger se erigiese una parroquia, sería, entre todas las de la Archidiócesis, la que tendría mayor número de fieles y, por supuesto, ella tendría el porcentaje más alto de practicantes. A los grupos ya citados hay que añadir el último en llegar, el de los inmigrantes: hombres, mujeres y niños cargados de esperanzas y de sufrimientos, mercancía en un mundo que sacrifica personas a dinero, parias de última generación en el corazón de sociedades supuestamente igualitarias.

Hago notar que ningún cristiano es marroquí; no lo son ni pueden serlo. Si en cualquier lugar del mundo la fe hace de una comunidad cristiana una comunidad de extranjeros y peregrinos, en Marruecos lo hace también la ley. A esta Iglesia peregrina entre musulmanes le dan un perfil particular religiosos y laicos que, por motivos de fe, entregan en ella su vida al servicio de los demás.

No somos enviados a las religiones de la tierra, sino a los pobres de la tierra. Esta es una ley universal para el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. La paradoja que los cristianos vivimos en nuestra relación con el mundo musulmán es que llevamos el evangelio de la libertad, de la luz y de la gracia a gentes a las que por ley no podemos evangelizar. Y, nueva paradoja, los mismos que por ley nos impiden evangelizar con palabras, por ley nos permiten evangelizar con el servicio de la caridad.

En todas partes, evangelizar es necesariamente servir. Entre musulmanes, es sólo servir.

La Iglesia de Tánger peregrina hacia un mundo de carencias graves en el que se mueven muchísimos hermanos nuestros, que son carne de nuestra carne, cuerpo real de Cristo Jesús: discapacitados profundos, con gravísimas lesiones cerebrales; discapacitados por alteraciones genéticas –niños con síndrome de Down-; discapacitados sensoriales –niños sordomudos-; discapacitados sociales –niños de la calle, madres solteras-; discapacitados culturales –personas que por falta de una adecuada formación están más expuestas a ser víctimas de múltiples formas de opresión-; discapacitados civiles –personas que, por carecer de papeles, carecen de los derechos civiles de que gozan normalmente los ciudadanos de un país-. Esas personas hacia las que peregrinamos son normalmente de religión musulmana, aunque nosotros, para atender a quien lo necesita, a nadie preguntemos por su religión.

Para hablar de la presencia de la Iglesia en Marruecos, no basta con decir quiénes somos y cuántos somos; será necesario tener en cuenta sobre todo qué hacemos y a cuántas personas llegamos con lo que somos y con lo que hacemos.

Señalaré algunas actitudes y actividades particularmente visibles en la Iglesia de Tánger:

·         La perseverancia en la comunión.

·         La perseverancia en la oración.

·         Las obras que, para gloria de Dios, manifiestan lo que somos.

Es éste tal vez el aspecto más llamativo de la vida de nuestra Iglesia. Para comprender mejor el alcance de la acción eclesial será oportuno conocer a los principales agentes y sus principales actividades:

-         Son quince los Institutos religiosos presentes en la diócesis, a los que hay que añadir dos Institutos seculares, el Movimiento Obra de María (Focolares), algunos sacerdotes Fidei donum, y un cierto número de cooperantes laicos.

-         El ámbito más amplio de actividad es el de la educación. Incluye proyectos de alfabetización, apoyo escolar, formación profesional, promoción de la mujer, cursos de lenguas, centros culturales, servicio de bibliotecas, actividades de dinamización cultural, escuela agrícola.

-         Dentro del ámbito de la formación ocupan un lugar especial aquellas actividades de las que son destinatarios grupos con debilidades mayores o posibilidades menores: la asistencia pastoral y humanitaria a los presos, una escuela para niños sordomudos, una escuela para niños con algún tipo de discapacidad psíquica, un centro de acogida para discapacitados profundos.

-         A esas actividades formativas se han de añadir las asistenciales: Comedores, roperos, dispensarios.

-         A esas actividades que la Iglesia ha desarrollado tradicionalmente en el norte de Marruecos, se han de añadir algunos nuevos proyectos muy en relación con nuevas pobrezas, que para la Iglesia son siempre nuevos desafíos. Desde hace unos meses, tenemos un Centro de acogida para niñas en situación de riesgo, derivadas a esta institución eclesial por las autoridades judiciales del reino de Marruecos. Asimismo, esta Iglesia que desde hace años venía prestando ayuda a los inmigrantes clandestinos, ha creado una Delegación diocesana que, de forma integral, intenta responder a las muchas necesidades de estas personas que, por carecer de papeles, se ven privadas de los derechos más elementales.

La Iglesia de Tánger, aunque no tenga un solo miembro nacionalizado en Marruecos –no puede tenerlo-, es una Iglesia bien arraigada en la sociedad marroquí, ve respetadas sus instituciones, y de muchas maneras ve facilitado su trabajo a favor de los pobres.

Ésta es una Iglesia bellísima –eso creo yo-, pero anda mermada de personal y cargada de años. No me preocupan las leyes antiproselitismo, aunque las considere injustas; no me asustan las carencias en materia de libertad religiosa y libertad de conciencia; me preocupa que mañana no haya aquí manos cristianas que repartan entre los pobres el pan de la esperanza.

 + Fr. Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger

Canto: Deja la tierra en que habitas

Evangelio: Mt. El Juicio Final, 31-46

 Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con El, entonces se sentará en el trono de su gloria;  y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.  Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recibisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.”  Entonces los justos le responderán, diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer, o sediento, y te dimos de beber? “¿Y cuándo te vimos como forastero, y te recibimos, o desnudo, y te vestimos?  “¿Y cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?”  Respondiendo el Rey, les dirá: “En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. “Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recibisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.” Entonces ellos también responderán, diciendo: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, o sediento, o como forastero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?” El entonces les responderá, diciendo: “En verdad os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos, tampoco a mí lo hicisteis.”  Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna.

Canto: Haz de mi un Anawin

Peticiones / Acción de Gracias.

Padrenuestro.

Salida.

Dios de la vida, vive en mi corazón para que todo cuanto vea me hable de ti. Con Francisco, que supo descubrirte en cada rincón, en cada criatura, en cada ser, decimos: Te adoramos, Señor…. 

Canto: Llevad la Buena Noticia