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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 11/02/2010

Oración comunitaria del día 11/02/2010

Escuela de oración:
1998: "La mujer constructora de Paz"

En al año 1998 el lema de la semana de la paz fue: “La mujer, constructora de Paz”.

En cualquier conflicto, en cualquier guerra ¿dónde está la mujer? ¿dónde la encontramos? …Es curioso. Nunca la vemos con las armas en la mano.
No está, podemos decir, en la guerra. Junto a los niños es la perjudicada en cada conflicto. Es la voz callada, la constructora de familia, la que siembra la unidad, la que como María admite su situación y se entrega a todos. Es roca y cimiento de paz.

La mujer (hoy más que nunca) en cualquier ámbito tiene voz, y tiene armas de paz para construir un mundo más humano, más familiar, más acogedor.
Así toda la familia, no sólo como instrumento de paz, sino como instrumento sanador, tiene que acompañar, mimar y amar a los más débiles, a los más pobres en el día a día, en los conflictos existentes o fuera de ellos y hoy en especial, en la jornada mundial por los enfermos, acompañar a todos los necesitados de salud.
“Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?.
Como María Señor “Haznos instrumentos de paz y amor”

Comenzamos con francisco diciendo: “Oh, alto y glorioso Dios”

Primera Lectura: Lamentaciones 3, 17-26


Me han arrancado la paz y ni me acuerdo de la dicha: me digo: Se me acabaron las fuerzas y mi esperanza en el Señor. Fíjate en mi aflicción y en mi amargura, en la hiel que me envenena; no hago más que pensar en ello y estoy abatido. Pero hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza: que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión; antes bien se renuevan cada mañana. ¡Qué grande es tu fidelidad! «El Señor es mi lote», me digo, y espero en él. El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor.

Noticia: Vivir con un enfermo de Alzheimer

“Vivir con un Enfermo de Alzheimer. “
por Maximina Rodríguez Fernández. Psicóloga y Experta en Psicogeriatría


En la vida hay muchos acontecimientos que trastocan toda nuestra existencia futura. Uno de ellos y, que nadie espera, es que te comuniquen que una persona cercana y significativa para ti tiene Alzheimer, una demencia.

Enfermedad orgánica, degenerativa y progresiva que afecta a las capacidades intelectuales superiores (memoria, razonamiento, lenguaje,...) y que hace que el enfermo pase a depender, progresivamente, de los demás para el desarrollo de sus actividades de la vida diaria.

Desde ese momento se suceden un maremagnum de sentimientos (incertidumbre, miedo, negación, ...........), dudas y situaciones que si no se afrontan y asumen como producidas por la enfermedad; pueden desestabilizar perpetuamente el sistema familiar, la vida del cuidador principal, y provocar el llamado “síndrome del cuidador” (desgaste físico y psíquico).

Cuando nos hacemos cargo del cuidado de nuestro enfermo no nos paramos a pensar en los cambios a corto, medio y largo plazo que se van a producir en nuestra vida y nuestro entorno. Los cambios que puede conllevar son:Cambios en las relaciones familiares (asumir nuevas tareas, conflictos,.....), Cambios en el trabajo y en la situación económica (absentismo, abandono, aumento de los gastos,....), Cambios en el tiempo libre (disminución del tiempo dedicado al ocio, a la familia, a los amigos, ........ A UNO MISMO), Cambios en la salud (fatiga, alteraciones del sueño,........), Cambios en el estado de animo ( miedo, culpabilidad, preocupación, tristeza, ansiedad,.......)

Hay familias que ante una situación problemática, como puede ser la enfermedad de un ser querido se une, pero también puede ocurrir que se rompa la unidad familiar. En la enfermedad de Alzheimer el enfermo necesita supervisión (en un primer momento) y posteriormente va necesitando ayuda las 24 horas del día. Por ello hay que prepararse, unirse, trabajar en equipo toda la familia para que el enfermo y toda la familia, sobre todo el cuidador principal tengan calidad de vida y no tengan que abandonar o por lo menos sean pocos los cambios en sus proyectos de vida.

Cuando se asume el papel del cuidador principal, por imposición otras por elección; no se sabe la mayoría de las veces (ni en la teoría) lo que le va a suceder a ese ser querido que padece una demencia; porque no se conoce realmente la enfermedad, porque cada persona es individual, y el enfermo es una persona, porque la evolución es variable, y la sintomatología se manifiesta de diferente manera en cada uno de ellos.

Hay que ser consciente de que para que el cuidado del enfermo en cualquiera de sus fases, el cuidador principal tiene que manifestar una buena salud física y mental, previniendo el anteriormente citado “síndrome del cuidador”.

Para ello es muy importante la información y formación en todos los aspectos que repercute esta enfermedad, así como pedir ayuda cuando lo necesita, apoyo psicológico, social y familiar para el cuidado del enfermo, para que él pueda descansar y también realizar actividades fuera del entorno de la enfermedad.

Hay que aprender a cuidarse, dándose cuenta que es necesario el dedicarse tiempo a sí mismo, de que hay que poner limites al cuidado, pensando en el futuro. Y como no cuidar de la propia salud, haciendo ejercicio físico o alguna actividad relajante, aprendiendo a relajarse para evitar o minimizar las reacciones catastróficas antes momentos críticos.

Y sobre todo aprender a pedir ayuda, tanto a la familia y amigos (que participen en el cuidado del enfermo, o en el apoyo emocional al cuidador), como a las instituciones publicas y organizaciones y asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer; donde se ofrece información, asesoramiento y apoyo a los cuidadores, y donde se puede participar en algo tan interesante y beneficioso para el cuidador como los Grupos de Ayuda Mutua, donde en un espacio intimo y confidencial comparten con otros cuidadores de enfermos de Alzheimer experiencias personales, sentimientos, y es un espacio de aprendizaje y de desahogo emocional.

No hay que sentirse culpable por dejar un hueco, un tiempo en el cuidado de nuestro ser querido y dedicarse a uno mismo y a los demás miembros de la familia; el cuidado será con mucho mas cariño y sosiego, previniendo los momentos de nerviosismo y fatalismo; que repercuten directamente en la calidad de vida del enfermo, del cuidador y de la familia.

Primordial para hacer frente a nuestro enemigo (el Alzheimer) es saber de quien se trata. Por eso desde aquí queremos ofertaros la información básica para saber que le pasa a vuestro ser querido, comprenderlo y tratar de llevarlo lo mejor posible, con mucho amor, dignidad y naturalidad.

Evangelio: Rom. 8,31b-35. 37-39.


Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?; ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada? Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquél que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.


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