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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 28/08/2008

Escuela de Oración:

Cristo abre nuestros ojos al asombro de su compasión. Ella sana nuestro corazón. Y comprendemos su llamada, tú que dices a cada uno: ven y sígueme, en mí encontrarás el reposo, ven. Cuatro siglos después de Cristo, un cristiano africano, de nombre Agustín, escribía: « Cristo está dentro de ti, ahí está su morada. Preséntale tu oración, pero no grites como si estuviera lejos. El está en lo más profundo de ti.»


Salmo 127, 1-5. “Si el Señor no construye la casa...”




127:1 Si el Señor no edifica la casa,
en vano trabajan los albañiles;
si el Señor no custodia la ciudad,
en vano vigila el centinela.
127:2 Es inútil que ustedes madruguen;
es inútil que velen hasta muy tarde
y se desvivan por ganar el pan:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
127:3 Los hijos son un regalo del Señor,
el fruto del vientre es una recompensa;
127:4 como flechas en la mano de un guerrero
son los hijos de la juventud.
127:5 ¡Feliz el hombre
que llena con ellos su aljaba!
No será humillado al discutir con sus enemigos
en la puerta de la ciudad.

Noticia:

El juez Calatayud ha ordenado este mismo mes de agosto el ingreso de tres menores tras ser denunciados y celebrar los pertinentes juicios rápidos. El delito no se toma vacaciones en verano. Ni los delitos grandes ni los delitos pequeños. Ni los delitos de los mayores ni los delitos de los menores. Así lo constata el juez de Menores de Granada Emilio Calatayud sorprendido porque aunque «todos sabemos que si tras las tensiones de las vacaciones la mayoría de las separaciones ocurren nada más finalizar el verano», lo que no es acostumbrado es que «tengamos en las tres semanas que van del mes de agosto ocho denuncias de padres hacia sus hijos por malos tratos». Es decir, de hijos que pegan y maltratan a sus padres. Las denuncias son todas casos de malos tratos. Y lo son de tipo físico y de tipo psicológico, «aunque aparecen combinados bajo la forma de insultos, golpes, amenazas, chantajes y coacciones«, enumera de carretilla el juez. Emilio Calatayud explica que «la sensibilización de los padres» crece cada día; «y de año en año se van produciendo más denuncias. Quizá, apunta, la convivencia veraniega dentro de la familia, lejos de los hábitos y rutinas escolares del resto del año, que pueden distanciar en cierta forma el contacto en estos casos entre los padres y los hijos, lleve las situaciones «al límite« y entonces «se agudizan las tensiones« que provocan como resultado final la interposición de las denuncias. Al final, no se trata más que «del final de un proceso», donde por un lado hay un menor que somete a sus progenitores a malos tratos por la vía física con golpes o por la vía psíquica con insultos y amenazas; y por otro lado unos padres «completamente desesperados con el comportamiento de sus hijos». El juez afirma categóricamente que «no se trata en ningún caso de menores que provienen de familias desestructuradas» o de familias que viven inmersas en situaciones de marginalidad. Lás bien, sorpresivamente, es al contrario. Se trata en todos los casos de menores convenientemente escolarizados que llevan a sus progenitores a situaciones límites que les desbordan y que provienen «de los sectores de la clase media». Es decir, un patrón social que excluye definitivamente «la marginación». Una serie de historias entre hijos y padres que acaban en el sistema judicial tras escribirse la ecuación denuncia-juicio rápido-ingreso con todas sus variantes. Unos comportamientos que asientan el origen de este tipo de malos tratos físicos y psíquicos hacia los padres en el sector más acomodado de esta sociedad.

Evangelio: (Mt 23,23-26)

En aquel tiempo, Jesús dijo: « ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y codicia! ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!».