Oración Comunitaria 8/02/2007
INTRODUCCION:La oración transforma al que ora; el que ora transforma al mundo
El Espíritu del Altísimo era parte integral de la existencia humana cuando Dios creó al hombre y a la mujer. De allí que el ser humano sin El Espíritu de Dios en su corazón no pueda experimentar al cien por cien lo verdaderamente humano.
La oración humaniza, porque es la señal de que una parte esencial de nuestra existencia ha vuelto a nosotros: El Espíritu Santo de Dios.
Una vez que El Espíritu de Dios se transforma en una parte integral de nuestro ser, comienza a transformar nuestra persona a semejanza de la persona de Cristo.
Ese proceso de transformación es una metamorfosis: lo podemos vivir en plenitud cuando llevamos una vida de oración.
Concretamente se refleja en la forma como pensamos, en nuestro estilo de vida, en la forma como nos relacionamos con el mundo que nos rodea.
El Espíritu de Dios fluye a través de nuestras oraciones, a través de nuestra forma de pensar, a través de nuestro estilo de vida, hacia el mundo que nos rodea y lo transforma.
Y para hacernos conscientes de la necesidad de cambiar nuestra forma de vivir a favor de quienes no pueden tener acceso a lo básico: a la comida, a la vivienda, a la educación, nos encontraremos mañana viernes en la ‘Cena del Hambre’.
Ahora comenzamos nuestra oración diciendo:
¡OH ALTO Y GLORIOSO DIOS……
SALMO:
Salmo 15
El Señor es el lote de mi heredad
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien".
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha
NOTICIA:
Los sacerdotes son una riqueza
Hace pocos días se han publicado los datos de los seminarios españoles y el primer pensamiento podría ser de decepción. Parece que hay menos aspirantes al sacerdocio. Sin embargo, una lectura cristiana y coherente nos tiene que llevar a un profundo optimismo, porque no nos engañemos, cada vez son menos, no los aspirantes al sacerdocio, sino el número de españoles y los cristianos que quieren ser coherentes con su fe.
No olvidemos que España es el país del mundo con el índice de natalidad más bajo, pero también es cierto que los creyentes, aunque seamos menos numéricamente, cada vez somos más coherentes y estamos más convencidos de la necesidad de conocer y dar a conocer a Jesucristo.
Los datos vocacionales de España nos llenan a todos de esperanza, porque a pesar de vivir en una sociedad que nos engaña con la dictadura del relativismo moral, con un hedonismo y un consumismo que desinforma a los jóvenes del sentido de la verdadera felicidad, se produce el milagro de la vocación en el corazón de muchos jóvenes. Ellos son la esperanza de la sociedad española y de nuestra Iglesia. El nombre de Cristo no se va a olvidar y puede llegar a muchas personas porque Dios se vale de muchos medios para poder realizar la obra de la Redención.
Tenemos que vivir con esperanza e implicarnos en el proceso vocacional de estos jóvenes, apoyando todas las campañas que se hagan en nuestra diócesis, en nuestras iglesias y fomentando en nuestras familias el amor y el respeto por el sacerdocio, sabiendo que cada sacerdote es un don y un regalo que Dios hace a los hombres.
Los sacerdotes son una riqueza, no por ellos mismos puesto que son pobres hombres, sino por el don que representan y por lo que son capaces de transmitir a la humanidad. Ellos seguirán siendo la presencia sacramental de Cristo en la tierra, la Voz de Cristo, las Manos de Cristo que sirven y por tanto, las cifras no nos dicen nada más que España tiene esperanza, porque sigue habiendo jóvenes que oyen la voz de Dios y que le siguen.
Jesús Higueras (ABC)
EVANGELIO:
Dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar, y le piden que le imponga las manos. El, apartandolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo suspiró y le dijo: “Effetá”, esto es: ‘abrete’. Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad.
Mc 7, 31-37
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