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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 08/08/2019

ORACION 8-8-2019
ESCUELA DE ORACIÓN:
A veces, en medio del descanso vacacional, no me doy cuenta del privilegio y de la bendición que supone tener un tiempo de descanso para poder ponerme en presencia del Señor. Estar en silencio en su presencia es algo muy especial pues a veces me provoca, otras me calma. Unas veces me invita a descansar con Él y otras me escucha. Hay días en que me propone serenarme, mientras que otras veces me invita a salir a los caminos a construir el Reino….
Traemos hoy a la oración la efeméride de la festividad de Santa Clara de Asís. El ministro general de la ofm, pone este año el acento en el diálogo: un atributo de Dios y una virtud de todo ser humano. Al comienzo de la historia de la familia franciscana se dan diálogos memorables, el diálogo entre el Crucificado y Francisco en la iglesia de San Damian y los diálogos recurrentes entre Francisco y la joven Clara. Como seguidores, esto nos lleva a renovar el deseo y compromiso de convertir nuestras vidas en ‘lugares de encuentro con la Palabra de Dios y con los seres humanos”.

Con Francisco y Clara comenzamos diciendo: “OH ALTO Y GLORIOSO DIOS…

PRIMERA LECTURA (Salmo 8)
Señor, Dios nuestro,
¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar,
todo lo sometiste bajo tus pies.
Señor, Dios nuestro,
¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Los científicos están de acuerdo en que no ha habido un periodo tan universalmente cálido como el actual en los últimos 2.000 años. Los cuatro años más calurosos registrados en la Tierra se han dado durante esta última década.
Hasta ayer mismo no sabíamos casi nada del cambio climático. O simplemente, preferíamos no saberlo. Siempre es más cómodo mirar hacia otro lado cuando aún no nos han alcanzado los problemas. Pero, lo que hace unas décadas solo eran hipótesis científicas sobre el incremento medio de las temperaturas y el aumento de los fenómenos extremos –olas de calor, huracanes o sequías–, ahora ya son evidencias.
Existe una práctica unanimidad en la comunidad científica: la Tierra está inmersa en un cambio climático inducido por la acción del hombre, en concreto por los gases de efecto invernadero que están sobrecalentando el planeta. Véase el expediente de la Comisión Europea contra España por la contaminación del aire en Madrid, Barcelona y Granada. Otra cosa es que sea sencillo cambiar las actitudes individuales y algunas mentalidades, como las de los negacionistas climáticos.
El problema ya está aquí. Nos ha alcanzado. Y ahora debemos cambiar nuestra actitud, nuestros hábitos de vida y nuestro modo de consumir: reciclando, ahorrando energía, utilizando el transporte público, mitigando nuestro impacto medioambiental. Consumiendo tan solo lo necesario. El consumismo es el gran enemigo del planeta. Y en eso, nosotros tenemos la última palabra. No podemos seguir mirando hacia otro lado.

EVANGELIO, Mt 17, 1-9
Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo”. Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: “Levantaos, no temáis”. Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: “No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.

SALIDA:
Estremecimiento de Evangelio en nuestras vidas: por medio del Espíritu Santo, Cristo viene a atravesar en nosotros hasta las fuerzas contradictorias sobre las que la voluntad poco puede hacer. El deposita en nosotros un reflejo de su rostro, «transfigurando» lo que nos inquieta de nosotros mismos. En todo la paz del corazón…

Terminamos cantando: “Te adoramos…