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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 05/07/2018

ORACIÓN COMUNITARIA 04 JULIO 2018

ESCUELA DE ORACIÓN: Señor, Tú nos dijiste: “La mies es mucha y los obreros pocos”. Nos invitaste a trabajar en tu campo, sin exigir cualificación. En tu campo cabemos todos. A principio de curso aceptamos esta invitación y ahora te presentamos la cosecha. Es tiempo de recoger y de nueva siembra. Nos entregaste unos talentos: “Trabajad con ellos y al final dadme cuenta”. Hoy te los presentamos sin haberlos enterrado por miedo.
Nos pediste: “Sed luz en la tierra”. Hemos intentado alumbrar, para que la oscuridad no bloqueara nuestro camino, siendo la oración nuestra guía.
Nos enseñaste que tu preferencia eran los más débiles, los más indefensos y el pasado 20 de Junio celebramos el día mundial del refugiado.
Nos dijiste: “No he venido a ser servido, si no a servir”. El trabajo servicial y animoso ha estado presente en nuestros encuentros personales y comunitarios.
Nos prometiste: “Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos”. Confiamos en tu Palabra, y vamos viendo como cada día se hace realidad. En tantos gestos, miradas, silencios, denuncia de injusticias, palabras de ánimo, acompañamientos, risas…
Nos legaste un mandamiento: “Amaos, no de cualquier manera, si no como yo os he amado”.
Te presentamos esta tarde nuestra vivencias en este final de curso. Ayúdanos a ver tus planes en nuestro día a día e ilumina nuestro descanso para ser también ahí instrumentos tuyos.

Con Francisco decimos “Oh alto y glorioso Dios…”

SALMO 137
Te doy gracias, Señor,
de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué,
me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias,
Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime,
se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.

NOTICIA: Familias de emergencia
De los 40.000 niños que tiene institucionalizados España, más de 14.000 crecen y esperan un hogar en un centro de protección
Alejandro tiene 9 años. Los mismos que Andrés. Sus madres de acogida Estrella y Teresa son vecinas que se llevan como hermanas. Al igual que los niños que acogieron. Lo hacen todo juntas: buscan pisos cercanos y colegio para los pequeños, comparten vivencias y también las preocupaciones propias de la acogida de un menor durante sus primeros años de vida. «Materialmente, en los centros de protección de menores lo tienen todo, probablemente más que nuestros hijos biológicos, pero te das cuenta cuando vas de que les falta afecto. Empiezas a ver cómo se mueven y compruebas que no tienen el vínculo tan necesario que les enseña a ser humanos».
«Alejandro está conmigo desde que tenía un añito. Y tiene la misma pasión por su madre biológica, que por mí. Es muy curioso», continúa Ferrón. Existe lo que se llama el «vínculo tenaz» del niño con su verdaderos padres: preguntan por ellos, los llevan siempre en la cabeza. No menos llamativo es el lenguaje que emplean estas madres de acogida. Combinan con soltura la realidad biológica con la sentimental. Y no presentan grietas en el discurso: «El objetivo del acogimiento es que el menor esté en un entorno seguro. Su estabilidad. Luego, la primera medida que se persigue es el retorno del niño con sus padres, que han atravesado situaciones a veces muy difíciles. Asumimos que volverán con ellos porque queremos el bien de los niños y sabemos que no los vamos a perder, que estarán ahí, de una u otra manera, siempre. En el corazón de un niño cabe afecto para todos».
Ellas, se puede decir, ya son expertas en estas lides. Estrella tiene un hijo adoptado, Juan, y otros dos niños de acogida, además de cinco biológicos. En el domicilio de Teresa, sus tres hijos mayores han aprendido a «ceder» espacio al pequeño Andrés y están encantados con ello. «La mayor, Rocío, se ha decantado por cursar la carrera de Educación Infantil y yo creo que es por la convivencia con su hermano Andrés», agrega Teresa. «Es una experiencia única, muy bonita», defiende.
Para Estrella están haciendo un «bien» por menores que no tenían escapatoria. En su caso, la historia de Vanesa ha sido un auténtico drama. Es una niña rusa, adoptada por padres españoles y luego abandonada. A los 17 años se quedó embarazada y ahora tiene hueco también en la vida de Estrella, como su hijo Alejandro. Ambos han recibido en casa de esta maestra cacereña toda la ayuda que no tuvieron de sus dos primeras familias.
Mucha gente ajena se malicia de que cuidan, dan sustento y formación y se desviven por niños que luego «volarán» del nido. «Somos lo que se puede decir un amortiguador afectuoso», sonríe. «El ser humano está hecho de un material especial que en su infancia necesita para su desarrollo pleno un hogar en el que recibir un beso de buenos días, la charla alrededor de la mesa sobre cómo ha ido la mañana en el colegio, el rato de juego por la tarde, la lectura al pie de la cama cuando termina el día o el abrazo cuando la herida duele». Eso lo dan estas familias acogedoras.

EVANGELIO (Jn. 15, 1-8)
En aquel tiempo Jesús tomó la palabra y dijo a sus discípulos:
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no produzca fruto, lo corta; y a todo el que produce fruto, lo poda para que produzca más fruto. Vosotros ya estáis podados a causa de la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede producir fruto por sí mismo, sino permanece en la vid, así tampoco vosotros, sino permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos: el que permanece en mí y yo en él, éste produce fruto, porque separados de mí no podéis hacer nada.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os llegará. En esto ha sido glorificado mi Padre: en que produzcáis mucho fruto y seáis discípulos míos. Como me amó el Padre, también yo os he amado: permaneced en mi amor.

Peticiones y Padre Nuestro

SALIDA:
Los itinerarios de nuestro día a día, multiplican en nuestra vida los quehaceres, impaciencias, agobios, trabajos y urgencias. Necesitamos el reposo y la calma. Necesitamos la armonía y la comunicación. Necesitamos el cariño y el encuentro. Necesitamos aire para nuestro cuerpo y para nuestra alma.
Bendícenos, Señor, nuestros días de descanso. Haz que sean días de fecundación en la vida de la familia, para el encuentro con nosotros mismos y con las demás personas, para el suave golpeteo de la brisa y el diálogo, para el ejercicio en nuestro cuerpo, que siempre nos fortalecerá, para la lectura, que siempre nos brindará sabiduría, para los viajes a lugares culturales que siempre nos abren caminos a nuevas costumbres, para el gozo inigualable que colma el corazón de las personas.
Convierte nuestras vacaciones en tiempos de búsqueda, para que sean días en los que tengamos tiempo para ti, para el espacio de oración y reflexión, para brindar la fe y testimonios del evangelio, para practicar tu ley divina y la de tu iglesia, para escuchar con más paciencia tu palabra, para estar presentes en tu mesa en el momento de la eucaristía.
Juntos lograremos atravesar la aventura que representa nuestras vidas, siendo tú nuestro guía, siempre encontraremos el camino.

Amén.

Con Francisco terminamos diciendo: Te adoramos….