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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 16/02/2017

ORACIÓN 16.2.17
Con Francisco, comenzamos diciendo todos juntos “Oh alto y glorioso Dios…”

CANTO 

DEL LIBRO DE LOS SALMOS (34)
Bendigo al Señor todo el tiempo; en mis labios siempre hay una alabanza para él. Mi alma alaba al Señor. Todos ustedes los que están tristes, escuchen mi alabanza y alégrense. Honren al Señor conmigo; exaltemos todos su nombre.
Porque consulté al Señor, y él me respondió. Él me salvó de todos mis temores. Los que acuden al Señor resplandecen de alegría, jamás se decepcionarán. Este pobre hombre pidió ayuda al Señor, y él me escuchó y me sacó de todos mis peligros. El ángel del Señor monta su campamento alrededor de sus fieles seguidores, y los protege.
Saboreen al Señor y vean lo bueno que es él. Afortunado el que confía en él. Todos ustedes, respeten al Señor.  porque nada les falta a los que lo    respetan.

SILENCIO Y CANTO

NOTICIA: 
En Bangui, la capital de la República Centroafricana, la gente los llama los ‘mellizos de Dios’, ya que aunque uno es católico y el otro musulmán, les une su lucha por conseguir la paz a través del diálogo y la búsqueda de un futuro mejor y reconciliado para su pueblo. «La religión está para unirnos, nunca para dividirnos». Así lo destacaron el cardenal arzobispo de Bangui (República Centroafricana), monseñor Dieudonné Nzapalainga, y el presidente de la Comunidad Islámica de Centroáfrica,imán Oumar Kobine Layama, hace unos días en Granada. Ambos participaron en una mesa redonda y en un encuentro interreligioso organizado por el Centro Cultural Nuevo Inicio del Arzobispado, en colaboración con la familia comboniana en Granada y la revista Mundo Negro.
Llegaron a Granada desde Madrid, tras recibir el Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2016 que concede la familia comboniana y con el que reconocen su trabajo conjunto por la paz y el diálogo interreligioso en su país. «Granada siempre ha sido un ejemplo histórico de unión entre las religiones, como lo demuestra la convivencia que aquí siempre hubo entre cristianos, musulmanes y judíos, lo que demuestra que solamente la religión puede unirnos. Hay que decir desde Granada a toda Europa que no hay que olvidar los propios orígenes. Europa no debe destruir lo que ella mismo ha construido a lo largo de la historia», indican.
Nzapalainga y Kobine decidieron reunirse para poner en marcha una serie de iniciativas para ayudar a fomentar el diálogo interreligioso. De allí surgió la Plataforma de Confesiones Religiosas que, además de mediar en numerosos conflictos, ha conseguido que la ayuda humanitaria alcance poblaciones vulnerables habitadas por ambas religiones.
Los ejemplos de amistad y paz entre ambas comunidades religiosas queda patente en la vida de estos dos destacados líderes religiosos. «Abrimos las puertas de nuestras casas y de nuestras parroquias, que se llenaron de refugiados musulmanes, y lo mismo hicieron los musulmanes con los cristianos, abriendo para ellos sus casas y su mezquitas, con riesgo de sus propias vidas». Con el paso del tiempo y la visita del Papa Francisco, la búsqueda de la paz se hizo más ardiente, la gente empezó a valorar el gesto y comenzó a llamar ‘mellizos de Dios’ al prelado y al imán.
Precisamente porque les parece violenta, ambos líderes religiosos denuncian la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cerrar sus fronteras a siete países musulmanes, «una muestra más de la instrumentalización política de la religión. No es una buena solución, porque en esos países hay gente de bien que nada tiene que ver con el extremismo».

SILENCIO Y CANTO  

DEL EVANGELIO  DE SAN LUCAS
Después de esto, el Señor eligió a otros setenta y dos. Los mandó de dos en dos delante de él a todos los pueblos y lugares a donde quería ir. Jesús les dijo: «La cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan al dueño de la cosecha que envíe trabajadores para recogerla. ¡Vayan! y tengan en cuenta que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven dinero ni provisiones ni sandalias, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren a alguna casa, primero digan: “La paz sea con ustedes”. Si allí vive alguien de paz, la bendición de paz de ustedes se quedará con él. Pero si no, la bendición regresará a ustedes. Quédense en esa casa, coman y beban lo que ellos les ofrezcan, porque los que trabajan merecen recibir su sustento. No vayan de casa en casa. Cuando lleguen a un pueblo donde sean bienvenidos, coman lo que les ofrezcan. Sanen a los enfermos de ese pueblo y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.

SILENCIO Y CANTO

ORACION COMPARTIDA

PADRE NUESTRO

CANTO