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Etiquetas: oración del jueves,justicia y paz,espíritu de asís

Oración Comunitaria 24/10/2013 (Espíritu de Asís)

Introducción

Francisco es considerado un símbolo de paz, reconciliación y fraternidad por todo el mundo. Es por ello que el Papa Juan Pablo II escogió la ciudad de Asís para llevar a cabo la celebración del Espíritu de Asís el 27 de octubre de 1986. De este modo 150 representantes de las distintas religiones del mundo fueron invitados a rezar por la paz, a entrar en espíritu de silencio, ayuno y peregrinación al estilo de Francisco.

Desde la situación de pobre y despojado a la que llega, Francisco comprende que la paz sólo puede ser el fruto de la justicia y la libertad.

Para Francisco el mejor saludo que podía dedicarle a sus hermanos era un saludo de Paz. Recomienda a los suyos que lleven a la práctica este saludo de manera que en cualquier casa que entren digan primero "Paz a esta casa." Es éste un saludo que compromete la vida, que te hace revitalizar las estructuras de la sociedad en la que estamos inmersos, que te hace practicar la solidaridad y trabajar por la justicia social. Sin duda alguna nos deja un legado que nos lleva, desde la minoridad y la fraternidad, a ser corresponsables de la creación y a sentirnos hermanos de todos y de todo.

“Oh alto y glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón, dame fe recta, esperanza cierta, caridad perfecta, sentido y conocimiento señor, para que cumpla tu santo y veraz mandamiento”

Gesto:

( Habrá en el espacio de la oración tres carteles con tres frases: “NI FANÁTICO”,  “NI INDIFERENTE ”, “POR LA JUSTICIA Y LA PAZ”)

LECTOR 1: Hay muchos fanáticos que llevan la práctica de su ideología o su religión a exageraciones. Se creen los únicos y no toleran otras ideologías ni otras religiones. Producen a su alrededor violencia y odio hacia los que no piensan como ellos.  (Breve pausa)

Señor, Padre de bondad, que ni nuestra religión ni ninguna otra sea nunca motivo de conflicto, de odio, de violencia. El odio profana tu nombre y daña a los hombres ,tus hijos. Que sea, en cambio, acogedora de toda la humanidad. Solo así será verdadera.(breve silencio)

LECTOR 2: No hay cosa que duela más, que dañe más el corazón del hombre, que la indiferencia. Los que la practican, no sólo rechazan, sino que anulan. Anulan a Dios, no lo necesitan, viven sin echarlo en falta, dándose al abandono de la trascendencia. Anulan también al hombre, al hermano, quitándole todo su valor.

La indiferencia nace cuando, en nuestras relaciones con Dios o con los demás, los vemos como un obstáculo que nos impide reafirmarnos a nosotros mismos en nuestro egoísmo.  (breve silencio reflexivo)

Señor, todos tenemos derecho a ser reconocidos, a no ser nada para los otros. Sólo el amor hace que reconozcamos tu dignidad y la dignidad de cualquier hombre. Si hay indiferencia es que no hay amor, tu amor.

LECTOR 3: Justicia, Señor, porque sólo puede haber verdadera paz si respetamos la dignidad de las personas con las que convivimos, sus derechos y sus deberes, y si cada uno en su puesto colabora para una verdadera distribución de los beneficios.

Si no somos justos, creamos desigualdades y aparecen personas  oprimidas, marginadas, y esto... genera violencia.

Lectura: Herramientas

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El Martillo fue nombrado Director de Debates, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar: La causa, ¡hacía demasiado ruido! Y se la pasaba el tiempo golpeando. El Martillo aceptó la culpa, pero pidió que también fuera expulsado El Tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque El Tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión del Papel de Lija. Hizo ver que era muy áspera en el trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y La Lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado El Metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En ese momento entró el carpintero, se colocó el delantal e inició su trabajo. Utilizó El Martillo, El Papel de Lija, El Metro, y al Tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se transformó en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó su deliberación, fue entonces cuando tomó la palabra el Serrucho y dijo: Señores ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos. La asamblea encontró entonces que El Martillo era fuerte, El Tornillo unía y daba fuerza, La Lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que El Metro era preciso y exacto.

Evangelio: Mateo 25, 31-40

Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.

Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.  Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."

Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"

Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." 

 Peticiones.

Acción de Gracias.

Padrenuestro.

Salida.

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga unión,
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas ponga luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oh, maestro, que no me empeñe tanto:
en ser consolado, como en consolar;
en ser comprendido, como en comprender;
en ser amado, como en amar.
Porque dando, se recibe;
olvidando, se encuentra;
perdonando, se es perdonado;
muriendo, se resucita a la Vida eterna.